Hay lugares que te cambian aunque no los hayas pisado todavía.
El macizo de Tassili, en el corazón del desierto, es uno de ellos: un mar de piedra antigua que guarda historias talladas por el viento y el tiempo.
Este colgante nace de esa misma energía:
ágata marrón natural, una piedra asociada a la calma y al arraigo, a encontrar claridad incluso en medio de las dunas.
Su forma orgánica recuerda que no hay camino recto cuando el destino es ser tú misma.
La cadena de oro de 18 k (40 cm; si quieres otro largo dínoslo!) lo acompaña como una línea de luz: cercana, constante, cálida.