Hay un ritmo que es solo tuyo.
Quizá lo escuches cuando respiras hondo justo antes de salir.
O cuando el mundo se acelera y lo único que necesitas es volver a ti.
Dakar nace de esa sensación.
Su diseño circular habla de continuidad y equilibrio:
todo se mueve, pero tú puedes mantener el centro.
La ágata marrón, cálida y profunda, ayuda a traer la mente de vuelta al cuerpo: calma, enfoque y presencia en el instante.
La cadena de oro de 18 k (40 cm, si quieres otro largo, dínoslo!) atraviesa la pieza como una ruta sencilla, como un recordatorio de que el camino se hace desde dentro.
Es una joya para el día y para el viaje.
Para esos retornos invisibles que nadie ve…
pero que te colocan donde quieres estar.